..."Y llegó el Domingo"...

Despiertas por la mañana; miras el reloj, son las 8:00 am... y que flojera levantarse!!... pero sino prendemos la carrera, nos ganan el pan, y es que no podríamos llamar al Domingo; "Domingo"... sin un buen desayuno a lo clásico peruano.
Los Domingos les han dado lugar a los tan llamativos desayunos, por los que nosotros los peruanos derramamos saliva, una forma inadecuada de decirla, pero sabemos que es la verdad... ¿quién no se moriría por comer unos buenos panes con chicharron acompañada de una buenísima salsa de cebolla criolla?... ¿la respuesta?... nadie!, o... ¿ quién no se moriría por tener en su boca y saborear unos riquisimos tamalitos?... ¿la respuesta?... pues nadie!. Y es que los limeños tenemos por costumbre que los domingos, son días en que rompemos nuestras dietas, cerramos las agendas y no estamos para nadie!, salvo que fuece un sanguchón el que nos llame!, hahaha!... pués es tanta nuestra costumbre que así nos vayamos lejísimos; ya fuece al interior o exterior del país, es siempre los domingos cuando buscamos desayunos grandes...
En Estados Unidos y Cánada, existen restaurantes en donde los domingos abren sus puertas al público especialmente peruano... los desayunos vuelan!, ¿y qué créen que piden?, lo mismo!... Chicharrones y tamales... y que decir de lo que viene después... el almuerzo, como domingo está calificado como familiar, se hace siempre algo grande y especial, ¿o me equivoco?... ¿un arroz con pato?, ¿un ceviche extra grande?, ¿un ají de gallina?, hay infinidad de comidas, es que ya sabes el ingenio que tenemos los peruanos...
Y ya saben que de acompañamiento obligatorio de un desayuno como éste, una buena taza de café o té... es lo más recomendable.
Asi voy a concluir con éste riquísimo domingo, que por cierto ya me dejo con las ganas...!!